Qué es el CONVENIO REGULADOR
El Convenio Regulador es el documento acordado y firmado por ambos cónyuges en el que se recogen las medidas que ambos libremente acuerdan para regular el divorcio o separación.
Dicho documento debe ser ratificado y aprobado por un Juez. En principio, el Juez respetará el acuerdo de las partes, aunque existe una serie de requisitos mínimos que se deben cumplir y que están regulados en el artículo 90 del Código Civil. Sólo llegará a ser vinculante y de obligado cumplimiento si el Juez, una vez comprobada su legalidad, lo incluye en la sentencia de divorcio.
Es por tanto, un contrato que establece el marco de actuación en los procesos de separación y en el que se determina la nueva situación jurídica de la familia tras el matrimonio. El convenio regulador debe recoger aspectos fundamentales como la custodia de los hijos comunes, el régimen de visitas o el uso de la vivienda familiar.
El convenio regulador es imprescindible para separarse
En los procedimientos de separación o divorcio de mutuo acuerdo, el convenio regulador es un requisito imprescindible que debe acompañar a la presentación de la demanda para el divorcio. Si no se da el acuerdo previo entre los cónyuges y no se aporta un convenio regulador firmado por ambos ante el juzgado, será el Juez el que establezca las normas que regularán la relación entre los cónyuges a través de una sentencia. Es el llamado proceso contencioso, donde las partes no han logrado un acuerdo extrajudicial y delegan al Juez la regulación de su relación post matrimonial.
El convenio regulador podrá ser modificado judicialmente con posterioridad si cambian las circunstancias que fueron determinantes a la hora de su adopción, a través del denominado “incidente de modificación de medida”.
El Convenio Regulador suele ser mucho más sencillo a la hora de acordarlo en los casos que no hay presentes hijos menores en el matrimonio, ya que únicamente se suele acordar el uso y disfrute de la vivienda, la liquidación económica de la sociedad matrimonial y el pago de algún tipo de pensión compensatoria a favor de alguno de los cónyuges.
Guardia y custodia para hijos menores de edad en el convenio
En el caso que haya hijos menores de edad, es necesario atribuir la guarda y custodia de los mismos, establecer los regímenes de visitas a favor del progenitor no custodio, fijar la cuantía que el progenitor no custodio va a entregar en concepto de pensión alimenticia a favor de los hijos y cualquier otro aspecto considerado necesario en aras de preservar la protección y cuidado de los menores.
¿Qué debe incluir un convenio regulador?
Un Convenio Regulador debe incluir los siguientes puntos:
- Quién disfrutará del uso de la vivienda familiar;
- Quién se quedará a cargo de los hijos, cómo se desarrollará el ejercicio de la patria potestad, el régimen de visitas y las comunicaciones y estancias con los hijos;
- El régimen de visitas y comunicación de los nietos con sus abuelos, si se considera necesario;
- Cómo se contribuirá a las cargas del matrimonio, como la pensiones de alimentos para los hijos, los gastos derivados de la vivienda familiar, gastos extraordinarios etc.);
- La liquidación, si procede, del régimen económico del matrimonio;
- La pensión que, en su caso deberá pagar un cónyuge a otro.
Cerciórate de incluir todos los puntos anteriormente explicados en el convenio regulador para que el divorcio no sufra demoras por incumplimiento. Además, es importante que el convenio regulador recoja toda la información que ambos cónyuges consideren importante para que la relación familiar después de la ruptura, tenga los menores contratiempos para la relación con los hijos. No hay que olvidarse que el convenio regulador tiene un carácter preventivo y protector para con los hijos, con el objetivo de minimizar el impacto sobre sus vidas que supone la separación de los padres.
un Convenio Regulador bien redactado, que recoje todas y cada una de las circunstancias que ambas parejas pacten libremente respetar y cumplir tras la separación es garantía de éxito en la relación que mantendrán durante el resto de su vida, ayudando con ello a superar esta etapa a los hijos en común, ayudando a su estabilidad personal y familiar.
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